He aprendido mucho en cuanto a contenido porque aunque yo tengo Formación Profesional de Educación Infantil, los aspectos tratados en este bloque no tenía conocimiento de ellos, también es porque en el módulo no se tiene una asignatura propia de ¨Literatura infantil ¨ , este aspecto está incluido en la asignatura ¨Expresión y Comunicación ¨ y se trabaja durante muy poco tiempo, quizás durante un mes y medio aproximadamente en dos años, entonces se trabaja lo justo para llevar a cabo en el aula, se podría decir que se empieza la casa por el tejado, adquiriendo conocimientos pero sin saber de dónde proceden. Por eso agradezco mucho haber conocido este bloque porque me ha dejado claros muchos conceptos que yo desconocía y sobre todo haber aprendido a analizar un libro, porque desde mi punto de vista, habiendo reflexionado sobre el tema me he dado cuenta que yo siempre he escogido los libros para mi aula en función de que me gustaran a mí, bien por las ilustraciones o bien por la historia que cuenta pero no porque le gustara a los niños, aunque al final siempre a ellos les acaba gustando bien sea por mi actitud al contárselo o porque sí que es un libro adaptado a ellos, aunque como yo desconocía este aspecto pues no me he dado cuenta de ello. Cuando se me prestó este libro para poder hacer el análisis porque yo no acudí al aula el día que se tenía que hacer, decidí llevarlo al aula para poder después analizarlo con más facilidad y además quería ver la impresión que les causaba. Fue un libro que les causó cierta incertidumbre, se les podía ver en la cara, y poco a poco fueron metiéndose en la historia, se reían a carcajadas y una vez terminado, pedían una y otra vez que lo volviera a contar. Estuve varias semanas contándolo porque tenía el caso de dos niños que todavía llevaban chupete, una era de venir todas las mañanas con él al cole y llorar y patalear si se lo quitaba y otro que venía al cole con él pero antes de entrar por la puerta lo guardaba porque en cierta manera se sentía como la protagonista del cuento, avergonzado por aún llevar chupete. A la primera niña que he mencionado tardó dos días en dejar el chupete y se sintió súper orgullosa de hacerlo, en cambio al segundo le costó dos meses pero he conseguido mi objetivo. He de añadir que he visto con mis propios ojos que es un libro que hay que añadir en la biblioteca en la zona dedicada a la educadora, porque casos de alumnos que no quieran dejar el chupete siempre te encuentras en todas las aulas.
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